El Espíritu Eterno es una novela histórica que narra la vida de Marina, una afamada pianista malagueña que se ve obligada a trasladarse a Paris a causa de la posguerra que vive España. Nuestra protagonista es, cuanto menos ingeniosa y muy talentosa, motivo por el cual llama la atención y obsesiona de manera casi enfermiza a un oficial nazi, Kennen.
Por un lado, Marina vive sola en París, y todo lo que le quedan son sus amigos, ya que perdió a toda su familia en la guerra. Su mejor amiga, Deray, es su mayor aliada y apoyo, y Pablo Picasso también es uno de sus más íntimos amigos. Toda su vida es el piano y la lectura, dedicándose, casi en exclusividad, a estas dos actividades.
Por otro lado tenemos al oficial nazi Kennen que se queda prendado de Marina nada más verla y cuyo deseo hacia esta se vuele una obsesión. Como a la mayoría de las personas que asisten a los conciertos de Marina, Kennen se queda extasiado con el sonido y la puesta en escena que provoca esta chica al tocar. Esto hace que su deseo se acreciente más y más. También hay que destacar los manuscritos que llegan misteriosamente a las manos del oficial y que, con la ayuda de unos traductores, se va desmarañando todo sus contenidos secretos. Dichos manuscritos estarán ligados y tendrán mucho que ver con nuestra protagonista Marina, pero este hecho no se conoce hasta prácticamente terminada la lectura.
Abusando de su poder, Kennen, que ya no controla su gran deseo, abusa de la pianista. Es de esta manera cuando sus vidas se cruzan, y lo que empieza por odio y repelencia por parte de Marina terminará en un amor más que pasional por ambas partes.
Toda esta historia se ve truncada en el momento en el que el mariscal Keitel, acusa a Kennen de traición a Hitler. Rápidamente nuestro oficial nazi se ve obligado a poner en marcha el plan que tenía con su ayudante Françoise y huye con su amada Marina, lo que hace que la relación se consolide un poco más. Es en este momento, en el que Kennen hace partícipe y muestra a Marina los manuscritos traducidos, y juntos irán desenmarañando todos los secretos hasta que el oficial cae en la cuenta, de que Marina es la protagonista de dichos manuscritos, Lilith, el ángel caído, Satanás , el mismísimo diablo, la muerte o el espíritu eterno, a lo que ésta se niega a creerlo rotundamente en un primer momento.
Finalmente Kennen muere por septicemia y Marina vuelve a su tierra natal, Málaga.
Es allí donde se da cuenta que el oficial nazi tenía razón, y ella es el espíritu eterno.
