A mi parecer, este cacho de personaje representa al típico protagonista que enamora y engatusa, con una rapidez asombrosa, a cada uno de los lectores que se anima a sumergirse en este entretenidísimo libro.
Desde Chuck Norris hasta Peter Griffin, pasando por Belén Esteban, Juan Cacho tiene un poco de cada uno de estos protagonistas. Y es que es muy fácil sentirse identificado con Juan Cacho, ya que tiene muchas talentos y también esos típicos defectos que hacen a uno entrañable, porque ¿quién no es algo desordenado y piensa en dejar las tareas para otro momento?
Pero, como he dicho, éste tiene grandes cualidades... tierno como un peluche, algo descarado como un niño de siete años, buen amigo y vecino, afable... incluso valiente a lo Robbin Hood. Es decir, es de todo un poco, haciéndolo más cercano, querido y seduciendo desde las primeras frases al lector.
Por otro lado, también es importante tener en cuenta que es un libro donde se puede leer en cualquier lugar, sitio o estancia... en el salón de casa, en la cola del Bali, incluso cuando estamos sentados en el retrete, esperando a que nos llegue el momento de inspiración. Cualquier lugar es bueno para este libro.
Así que no lo olviden, siempre que quieran desconectar, entretenerse, pasar un buen rato y reírse no vacilen ni un ápice de segundo. Sólo debéis tener en vuestras manos este libro, y Juan Cacho hará el resto, ya que para reírse, no sólo esta el circo.
0 comentarios:
Publicar un comentario